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Bienvenidos a este fascinante viaje al corazón de los colores del vino. Comprender la paleta de colores del vino es esencial para apreciar plenamente su carácter e historia. Hoy vamos a explorar en detalle cómo las tonalidades e intensidades de los colores nos hablan de cada gota de este néctar.
El espectáculo de los colores: una pista sobre la edad y el estilo
El centro y el disco: una ventana al vino
Observando el centro y el disco del vino percibimos pistas sobre su edad y estilo:
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Vinos Tintos :
- Jóvenes : Tonos violáceos brillantes.
- Envejecido : Tonos de granate a marrón anaranjado, signos de madurez.
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Vinos Blancos :
- Joven : Colores que van del verde pálido al amarillo limón.
- Envejecido : Tonos de dorado a ámbar, que indican madurez o envejecimiento en barrica.
Nota sobre la edad del vino
Un “vino añejo” no necesariamente significa un vino de más de 10 años. La velocidad a la que envejece un vino depende de su estructura y de cómo ha evolucionado. Algunos vinos alcanzan su punto máximo más rápidamente y conviene disfrutarlos en su juventud, mientras que otros pueden mejorar a lo largo de varias décadas.
Intensidad del color: un indicador de estructura
- Tintos : Un color profundo e intenso sugiere un vino rico en taninos, con una estructura prometedora y potencial de envejecimiento. Un rojo más claro puede indicar un vino más fresco y afrutado, para consumir joven.
- Blancos : Los blancos de colores más intensos pueden revelar crianza en barrica o madurez avanzada, ofreciendo complejidad y riqueza aromática.
Color: Una historia de sabores y orígenes
- Rojo Cereza : Característico de vinos jóvenes y afrutados.
- Rojo Granate : Asociado a vinos más maduros, con notas evolucionadas de sotobosque o fruta confitada.
- Verde amarillo : Indicativo de blancos jóvenes y frescos.
- Amarillo dorado : Signo de un blanco que ha desarrollado aromas complejos, a menudo con la crianza en barrica.
El color de los rosados
Los rosados, con tonalidades que van del rosa pálido al rojo cereza, dependen del tiempo de contacto entre el mosto y la piel de la uva. Un rosado pálido suele indicar un vino más ligero y delicado, mientras que un color más intenso sugiere más cuerpo y sabor.
Lágrimas de vino: una pista sobre la textura
Las lágrimas o patas que recorren los lados del vaso después de girarlo son un espectáculo fascinante. Proporcionan información sobre el contenido de alcohol y glicerol del vino:
- Lágrimas espesas y lentas : Indica un vino rico, potencialmente con alto contenido alcohólico y/o alto contenido dulce.
- Lágrima fina y rápida : Sugiere un vino más ligero y menos alcohólico.
La efervescencia: la danza de las burbujas
- En los vinos espumosos, el tamaño y la persistencia de las burbujas son reveladores. Las burbujas finas y persistentes suelen ser un signo de alta calidad, típico de fermentaciones tradicionales como la del champán.
Un detalle importante sobre las burbujas
La cantidad de burbujas visibles en un vaso depende en parte de qué tan limpio esté el vaso. ¡Un vaso perfectamente limpio reduce la aparición de burbujas! Por tanto, es más juicioso apreciar las burbujas directamente en boca, valorando si son delicadas, agresivas o suaves.
En conclusión: cada color cuenta una historia
El color de un vino es un lenguaje sutil que nos habla de su pasado y de su potencial. Dominando este arte, cada catador puede iniciar un diálogo íntimo con cada copa de vino, descubriendo los secretos que esconden sus matices.
Quédate con nosotros en el siguiente paso de esta serie: nos adentraremos en el mundo de los aromas y descubriremos cómo la nariz revela los secretos escondidos en cada copa. Únete a nosotros para seguir despertando tus sentidos y afinando tu paladar. Salud !
[Próximo artículo: “Cata de Vinos: El Ballet de los Aromas”]
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