Sopa de Calabaza con Queso de Cabra – Receta Otoñal Caliente

A medida que el otoño extiende su capa de hojas de mil colores, nuestras papilas gustativas exigen sabores reconfortantes. Déjame guiarte en la preparación de una sopa que despertará tus sentidos y calentará tus noches: sopa de calabaza con queso de cabra.

Ingredientes :

• 1 kg de calabaza (butternut, zapallo o zapallo), pelada y cortada en cubos
• 1 cebolla mediana, picada
• 2 dientes de ajo, picados
• 1 papa mediana, pelada y cortada en cubitos
• 1 litro de caldo de verduras (o de pollo, si lo prefieres)
• 150 g de queso de cabra fresco
• 1 cucharada de aceite de oliva
• Sal y pimienta para probar
• Nata líquida para servir (opcional)
• Hierbas frescas para decorar (cebollino, tomillo o perejil)
• Crutones o nueces para agregar crujiente (opcional)

Instrucciones :

Prepara las verduras: empieza pelando y cortando la calabaza en cubos, corta la cebolla y pica el ajo. No olvides la papa, que le dará espesor a tu sopa.

Sofrito: Calienta el aceite de oliva en una cacerola grande a fuego medio. Agrega la cebolla y el ajo y sofríe hasta que queden suaves y transparentes.

Cocinar verduras: Añade los dados de calabaza y patata a la sartén y deja que tomen un poco de color. Aquí comienza la magia, se liberan los jugos y se desarrollan los sabores.

Cocine a fuego lento: vierta el caldo caliente sobre las verduras y deje hervir. Luego cocina a fuego lento hasta que las verduras estén muy tiernas, esto tomará alrededor de 20 minutos.

Licuar: Con una batidora de mano o en una licuadora tradicional, licúa la sopa hasta obtener una consistencia suave y aterciopelada.

Acabado de queso: Agrega el queso de cabra y revuelve hasta que se derrita por completo. Sazone con sal y pimienta al gusto.

Servicio: Servir la sopa caliente con, si se desea, un chorrito de nata líquida. Adorne con hierbas recién picadas, agregue un puñado de picatostes o nueces para contrastar.

Esta sopa de calabaza y queso de cabra es una celebración de los sabores del otoño. La combinación del dulzor de la calabaza y la cremosidad del queso de cabra crea un plato simple y sofisticado. Es una invitación a disfrutar de los placeres de la temporada, a frenar y disfrutar de una cocina que calienta el cuerpo y el alma.

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